sábado, 6 de diciembre de 2014

10 estrategias para animar a la lectura

Muchos/as docentes estamos obsesinados/as con cultivar en el alumnado el "amor" por la lectura; seguramente, desde que éramos pequeños/as, a unos/as cuantos/as nos gustaba leer. Si tenemos hijas e hijos, podemos asegurar que, con toda probabilidad, al menos intentamos inculcar ese gusto en ellas y ellos (y es posible que a medio o largo plazo, acabemos consiguiéndolo)... El tema se complica cuando hablamos de los alumnos y las alumnas. Elena Aguilar nos deja estos 10 consejos.



1. Leer: es un primer paso muy obvio y sencillo. No podemos animar a nadie a leer si nosotras/os no leemos, sea por placer, información, auto-formación
2. Compartir nuestras experiencias con la lectura: por supuesto, con los y las estudiantes, pero también con colegas y amigos/as. Cuenta a tu alumnado qué has estado leyendo, qué has aprendido de esos textos, si los recomeindas o no
3. Leer socializando: hay páginas, como Goodreads, donde podemos compartir y obtener recomendaciones sobre todo tipo de libros; los clubs de lectura "0.0", presenciales, también suelen ser una buena idea. Si hablamos de niñas y niños preescolares o de Educacion Primaria, estas webs sociales no son una alternativa a tener en cuenta porque las lecturas no están adecuadas a su nivel de desarrollo; si sabéis de algún sitio similar, pero para niños/as, contádnoslo en @_escuela20
4. ¿Organizar un read-a-thon (maratón de lectura)? Las familias y el profesorado podría tomar la iniciativa. Animales de peluche, pijamas y una invitación a releer sus libros favoritos... los profesores y las profesoras preparamos galletas, los padres y las madres leen.. Una experiencia muy bonita para los dos primeros ciclos de Primaria, desde luego.
5. De paseo: una manera más de hacer la lectura algo social. Visita una biblioteca o una buena librería: no se trata de sacar o comprar libros, sino de rodearte de ellos y ojearlos incansablemente. Ahora bien, si no te puedes resistir a llevarte alguno, te entendemos ;-)
6. Escuchar a los libros: hay audiolibros, y en las aulas son útiles incluso para alumnas y alumnos invidentes. Igualmente, se adquire vocabulario, aunque no desarrollemos la decodificación de los textos o la fluidez en la lectura; favorece, por otro lado, desatar la imaginación y visualizar las escenas.
7. Coloquios con los autores: si es posible invitar a la autora o autor de algún libro que incluyamos en la programación didáctica o que sepamos que a nuestras alumnas y alumnos les gusta, deberíamos intentarlo
8. Conectar con otros temas: los libros, la lectura, siempre ha sido un tema político, politizado. Pensemos en los libros prohibidos, en la prohibición referente a la alfabetización de las/os esclavas/os, etc. Ayuda a tu alumnado (en Secundaria, especialmente) a ver el amplio contexto en el que se desarrolla la Historia de la Literatura, enlazándolo con los acontecimientos y entornos políticos.
9. Necesidades específicas para poblaciones específicas: no podemos animar a las alumnas y a los alumnos a la lectura sin más, sin tener en cuenta su pertenencia o no a grupos vulnerables, su origen cultural, su género, su origen socioeconómico, su diversidad funcional... Hemos de curbrir las necesidades de todas y todos los educandos.
10. Enseñar estrategias de lectura: no tanto para degustar literatura, pero sí será útil para su futuro académico en la Secundaria o en la enseñanza superior, conocer algunos trucos de lectura rápida. Ni que decir tiene que han de estar familiarizadas/os con los diferentes géneros de texto relacionados con las diferentes áreas de contenido.


Fuente: www.escuela20.com

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