viernes, 8 de julio de 2016

Patios coeducativos: abrir la escuela para transformar la ciudad

Por Adriana Ciocoletto  Publicado en El País Blogs Planeta  Futuro
Recogiendo ideas de varias autoras, la Coeducación es aplicar la perspectiva de género en el ámbito educativo, para conseguir la plena igualdad de derechos entre mujeres y hombres desde la infancia. A través de la coeducación, se valoran indistintamente la experiencia, las aptitudes y aportaciones individuales de nenas, nenes o jóvenes independientemente de su sexo, o identidad sexual o de género. Esta mirada, contribuye a valorar las diferencias y a evitar, no solo la discriminación en función del sexo y género, si no también de la edad, origen, clase social, diversidad funcional, etc. Actualmente, gracias a las reivindicaciones feministas, muchas escuelas incorporan en sus contenidos curriculares los valores de la coeducación. Pero pocas veces se aplica de forma integral esta visión que establece un vínculo entre las relaciones sociales y la configuración física de los espacios escolares.
Los “patios coeducativos” son proyectos que buscan, más allá de una mejora física del patio como espacio de juego y encuentro, transformar las relaciones de género que se perpetúan en nuestra sociedad y que se reflejan desde la infancia. Estos proyectos son impulsados por la cooperación entre entidades que trabajan desde la perspectiva de género, y por administraciones públicas que les interesa aplicar la coeducación dentro de sus programas y que cuentan con la implicación de toda la comunidad educativa; alumnado, profesorado y familias.
¿Y cómo está el patio?
El patio de la escuela es uno de los primeros espacios de socialización, un espacio público donde infantes pasan unas 525 horas al año (según informe breus#31 de la Fundació Jaume Bofill). Aquí es donde desarrollan sus propias capacidades pero también donde aprenden a relacionarse con las demás personas, a conocer otras experiencias; convivir, comprender, compartir, en un espacio común con gente diversa. Todo espacio, desde su diseño, materiales y distribución, condiciona el uso que hacen las personas; por lo tanto, condiciona las relaciones humanas y la convivencia. El diseño del patio escolar, al igual que otros espacios públicos de la ciudad, reproduce los roles de género y genera discriminaciones de diferentes tipos. La distribución y diseño de los patios escolares tiene una marcada jerarquía en la pista deportiva, en general ubicada en el centro, donde predominan los mayores, varones y el fútbol como actividad casi exclusiva. Todos las demás usos queden relegados a su periferia. No hay más opción que buscar rincones donde realizar otras actividades, juegos de movimiento no competitivos que realizan las niñas y niños que no juegan al fútbol o al básquet, o actividades más tranquilas, como la estancia, la reunión o el paseo. Esta dualidad y jerarquía entre quienes juegan y no juegan al fútbol otorga privilegios y genera exclusiones. 

Col.lectiu punt 6
Diagnóstico participado, mapeo de los usos del patio, Escuela Lluís Vives, Castelldefells, Barcelona. Col·lectiu Punt 6 y CoeducAcció, 2016.

Esta falta de equilibrio en el tipo de espacios se manifiesta también en la naturaleza. En general, el pavimento de hormigón que ocupa la mayor superficie predomina sobre los materiales naturales como arena, tierra, agua o vegetación y; con suerte, queda espacio para un pequeño huerto.
¿Cómo es un patio coeducativo?
Son espacios que buscan mejorar las relaciones intergénero, intergeneracional e intercultural rompiendo todo tipo de estereotipos para equilibrar las diferentes necesidades y deseos de quienes los habitan. Para ello, se aumentan los espacios de tranquilidad y diversifican las actividades de movimiento, promoviendo la autonomía, la autoestima, el respeto y la ayuda mutua. Además, introducen la naturaleza en todos los elementos posibles, no solo en la vegetación, sino también en la forma de construir los juegos o el mobiliario con materiales provenientes de la reutilización, el reciclaje y la bioconstrucción, desde la perspectiva de la ecología. 
Col.lectiu punt 6 II
Las propuestas van desde diseñar nuevas estructuras que combinan actividades de movimiento de diferente intensidad, hasta elementos menos definidos como troncos o superficies de diversos materiales y texturas, y elementos como circuitos de agua y arena que favorecen la imaginación y la experimentación. Se propone llevar las aulas al patio con espacios que permitan la lectura o el dibujo; además del huerto. Los espacios que quedan más protegidos se utilizan para los juegos simbólicos, como cocinar, construir o hacer representaciones, así como espacios de relajación. Las construcciones de pequeñas casas, tipis, cuevas, túneles vegetales o espacios que permitan la intimidad o el escondite, son otros de los elementos propuestos para patios de primaria o infantil. 
COL.LECTIU III
Proyecto “Fem Patis”, escuela Montserrat, Sant Salvador de Guardiola, Barcelona, 2015. Foto: Diego Yriarte.
La solución para conseguir mejorar los patios escolares no pasa solo por el diseño físico, sino también por las formas de gestionar el uso del espacio, como por ejemplo acotar la actividad del fútbol a algunos días de la semana o eliminarla por completo. Otras soluciones pasan por evitar que dos actividades incompatibles, como una de mucho movimiento y otras más tranquilas interfieran entre sí. Todas estas transformaciones necesitan un tiempo de puesta en marcha y acompañamiento. Hay cambios favorables que aparecen de forma prácticamente inmediata, cuando se presentan alternativas para aquellas niñas y niños que antes no encontraban su espacio. En experiencias realizadas desde hace algunos años (Associació CoeducAcció), comienza a haber un equilibrio en la ocupación del espacio entre niñas y niños y en la diversidad del tipo de juego que realizan. 
¡Abrimos los patios a la ciudad!
Aplicar la coeducación en el diseño y la gestión del patio escolar va más allá de este espacio, se plantea como una propuesta pedagógica transformadora que intenta extender todos los valores que promueve hacia el entorno próximo y al resto de la ciudad. Los patios escolares son solo un trocito de la ciudad, pero si los abrimos a sus barrios podrían actuar como semilleros, como espacios públicos ejemplificadores de una ciudad que pretende ser inclusiva, justa e igualitaria, que respeta el hábitat que la envuelve para contribuir a una verdadera “ciudad coeducadora”.

Adriana Ciocoletto Dra. Arquitecta y Urbanista, integrante de Col·lectiu Punt 6

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