viernes, 23 de septiembre de 2016

Stop al acoso escolar

Por Esteban G. Santana Cabrera
La Escuela, en ocasiones, se convierte más en un aula de resolución de conflictos que en un lugar para el aprendizaje, que es lo que debería ser. Desgraciadamente existe, en algunos de nuestros centros educativos, un problema de convivencia derivado, en parte, por la falta de valores de la propia sociedad en que vivimos. Familias que han dejado la educación de sus hijos en manos de terceros, en la escuela, en el mejor de los casos, y se han "desentendido" de la responsabilidad que conlleva el ser padres. Y en muchas ocasiones no son personas sin estudios, sin formación, desestructuradas y en condiciones sociales de riesgo, que podría estar "justificado", sino que se está dando  en hijos de familias de clase media-alta, cuyos padres salen a trabajar muy temprano y no regresan hasta bien entrada la noche a casa. Padres volcados en la vida laboral y que dejan de lado la vida familiar y la responsabilidad que lleva aparejada. Porque educar, se educa desde la familia, primer paso, para que luego esa educación se vea reforzada en la escuela, a través de la adquisición de normas básicas de convivencia. En el artículo Violencia en los centros educativos y fracaso académico de los autores David Álvarez García y otros, publicado en la Revista iberoamericana de psicología y salud, se hace un estudio interesante sobre la relación entre el  fracaso académico y la convivencia escolar  en varios centros de Educación Secundaria. Aplicaron el Cuestionario de Violencia Escolar (CUVE) a 1742 estudiantes de siete centros de Asturias,  y se vio que el alumnado que ha repetido alguna vez curso percibe mayores niveles de violencia en su centro educativo que aquel que nunca ha repetido. Y todo esto ocurre, según este interesante estudio,  con todas las variables dependientes evaluadas: Violencia de profesorado hacia alumnado, Violencia física indirecta por parte del alumnado, Violencia física directa entre alumnado, Violencia verbal entre estudiantes, Violencia verbal de alumnado hacia profesorado y Violencia escolar, siendo la más habitual, la verbal por parte del alumnado.
Los autores Ruiz, Riuró y Tesouro  afirman que es necesario no confundir el bullying con otros tipos de conflictividad escolar como la disruptividad (violencia contra las intenciones educativas que quiere retrasar la marcha de la clase), la indisciplina (violencia contra las normas o la autoridad) o el vandalismo (violencia contra los objetos). 
Dan Olweus, psicólogo noruego, padre del término bullying,  lo define como una conducta de persecución física o psicológica que realiza un escolar hacia otro, no de manera puntual, y donde existe un comportamiento agresivo con intención de hacer daño, repetitiva y existiendo un desequilibrio de poder entre el agresor y el agredido.
En Finlandia se está implantando el método KiVa, que ha logrado reducir el acoso en los centros educativos. Los casos de acoso escolar desaparecieron en el 79% de las escuelas y se redujeron en el 18%. Datos a tener muy en cuenta. La novedad de este método no es que actúe sobre los acosadores o los acosados, que también, sino que hace especial esfuerzo en trabajar con los espectadores, tercer elemento y muy importante en el acoso escolar, analizando los hechos y haciéndoles caer en la cuenta de las consecuencias negativas de estas acciones.
En Canarias se está desarrollando el Programa de Prevención y Ayuda Contra el Acoso Escolar, dependiente de la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias. Entre sus tareas están la de informar, orientar y asesorar al alumnado de los centros públicos canarios no universitarios, en relación al acoso escolar. Ofrecer ayuda -derivando al servicio de intervención psicológica y social inmediata- al alumnado que así lo precise, prestar asesoramiento y orientación a los demás agentes educativos de la Comunidad Escolar (padres, madres, profesorado...) sobre las medidas a tomar en caso de conocer la existencia de acoso escolar.
Desde el Área de Convivencia se coordinan y supervisan las actuaciones de este Servicio, además de realizar intervenciones directas en centros en algunos de los casos, según informa la propia Consejería de Educación.Un equipo de profesionales, formado por psicólogos y psicólogas especializados en la problemática de acoso escolar atiende a través del teléfono gratuito 800 007 368 (de lunes a viernes de 8:00 a 20:00 h)  
En definitiva, lo que se pretende es que nuestras aulas se conviertan en espacios donde se respiren emociones positivas, donde el alumnado quiera estar, pueda disfrutar con el aprendizaje y sobre todo llegue a adquirir las competencias que le van a servir para desenvolverse en la vida adulta. Pero esta tarea no solo debe dejarse en manos de la Escuela y del profesorado sino que las Familias juegan un papel básico e imprescindible. Porque el alumnado de hoy es la sociedad del futuro.

    

1 comentario:

  1. ¡Excelente artículo Esteban! Este tema, por desgracia, está más en boga que nunca con los recientes casos de agresiones a chicos en el centro escolar, como el caso de la paliza a una chica en un colegio de Palma. Desde los centros educativos, la sociedad y sobretodo la familia tenemos que luchar educando y formando en valores a nuestros hijos. Como bien resaltas, las familias están dejando de educar a sus hijos, esperando que otros lo hagan y este es el gran fallo de base desde mi punto de vista. Se debe educar a los hijos en casa, inculcándole unos valores que les permitan integrarse en la sociedad como individuos tolerantes y sociales, que no discriminen y traten mal a sus compañeros, sin olvidar la faceta de respeto a compañeros, profesores y resto de miembros de la sociedad en general.
    Un saludo, Sofía.

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